Mironcillo y castillo del Malqueospese o Manqueospese.
Hace
muchos años que no voy al castillo de Malqueospese. Hoy hace una hermosa tarde
y como tengo que andar aprovecho para darme un paseo por allí. Cosa curiosa,
enseguida encuentro el viejo camino que lleva al castillo, pero está
intransitable para mi coche, así que voy andando.
Enseguida se ve al castillo con la silueta de la sierra del
Zapatero como telón de fondo. ¡Estuve tantas veces en el Zapatero y por esa
sierra! Por allí me di hermosos paseos, casi siempre en solitario, pero siempre
acompañado de mis pensamientos, de mis sentimientos, de mi alma. Pensaba en
cosas muy variadas, pensaba en la escuela, en los niños, pensaba en mis hijos,
pensaba en Angelina, pensaba en la pobreza del terreno y en el enorme esfuerzo
por vivir de las gentes de por aquí, pensaba en el sentido de la vida, pensaba
en Dios, pensaba en mi padre y en la abuela. Y estos pensamientos y estos
sentimientos se quedaron por aquí, por eso considero esta parte como algo mío,
como algo que me pertenece, por lo menos espiritualmente.
Y cuando paro y miro hacia atrás veo el valle Amblés, con sus
pueblitos, con sus tierras de labrantío, con el bosquete de galería del río Adaja. Durante 20 años le recorrí a diario para ir a la escuela y cuando me
marché del pueblo nunca más volví ¿Por qué? Pues no lo sé. Quizá por cerrar
definitivamente una parte de mi vida, quizá por no estropear los magníficos
recuerdos que conservo de esa etapa de mi vida.
Me voy acercando al castillo, cada vez va estando más cerca.
Hace tiempo que casi no camino y me voy cansando. Como tengo que regresar me
siento en una piedra a descansar y miro como el sol del atardecer va iluminando
unas partes y oscureciendo otras. Me veo dentro del castillo, recorriendo sus
ruinas con Ana y Carlos, metiéndonos por todos los agujeros que veíamos, me veo
rodeándole y admirando la parte en que todo es roca vertical y solo hay un
pequeño muro en la parte superior. Me veo allá, allá a lo lejos en el tiempo,
en un tiempo en que fui muy feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario