Villanueva del Campillo.

 VILLANUEVA DEL CAMPILLO

           VILLANUEVA DEL CAMPILLO es uno de los pueblos de mayor altitud de la provincia de Ávila (1.450 m. sobre el nivel del mar). Hace más de 30 años que fui por primera vez y ya no había vuelto. Fue en un encuentro de los niños de varios pueblos del valle Amblés. Cuando vi de lejos el pueblo me sorprendió el tamaño de la iglesia. Me pareció una iglesia enorme para el tamaño del pueblo.

         La población ha ido a menos. En 1900 había 1202 habitantes, en la actualidad hay 105. El descenso es brutal. Al principio de los años 1970 había unos 700 habitantes, y aquí había tres o cuatro maestros. Ahora no hay ninguno. En el paseo por el pueblo nos hemos encontrado con dos personas. Todo está vacío, demasiado vacío. En el campo ya no se ven las vacas avileñas, esas vacas negras de las que tantas hubo en los pueblos de por aquí. La despoblación, como la muerte, ha venido tan callando, y aquí, cualquier tiempo pasado fue mejor.

            Los expertos dicen que en esta localidad estuvieron los Templarios, y que la actual iglesia fue edificada sobre la ubicación de su fortaleza. Los templarios, solían situarse en zonas de difícil asentamiento poblacional, y fueron los que recuperaron la trashumancia y la impulsaron después de que esta práctica se perdiese durante varios siglos al haberse convertido esta tierra en peligrosa zona fronteriza. Estuvieron desde el 1169 hasta el 1272. Su castillo estaba en el vértice de la frontera creada entre los territorios castellano, leonés y almohade y era una posición estratégicamente muy importante.

         En Villanueva del Campillo han colocado en la plaza del pueblo dos verracos que se encontraron en esta localidad. El más grande, del que sólo se encontró la mitad,  es la estatua zoomórfica más grande de Europa. Su origen es vetón, del siglo V antes de Cristo, y es uno de tantos como hay en la provincia de Ávila y alrededores.

          Hay varias teorías sobre su utilidad, teorías que no son mutuamente excluyentes: delimitaban terrenos dedicados al pastoreo; indicaban rutas que seguía el ganado en la trashumancia; eran un culto a la fertilidad del ganado; eran un culto a los pastores muertos que pudieran tener un significado místico o religioso.   Hay donde escoger ¿verdad?

       Las  construcciones tradicionales  siempre fueron de piedra, una piedra que abunda muchísimo. A mí me llaman la atención las construcciones de piedra en las que no se ha utilizado argamasa. Me parece que es un trabajo de una habilidad excepcional que imagino que se irá perdiendo. Se debería conservar, pues seguro que es algo que es un legado que nos viene de hace siglos.