jueves, 6 de junio de 2024

Villatoro

      VILLATORO


         VILLATORO está situado a los pies de la sierra de Villanueva del Campillo y guarda el paso del valle Amblés al valle del Tiétar.

            Hay quien dice que por ser paso de un valle a otro se hizo el castillo y así guardar ese paso estratégico, pero en la época en que se hizo (segundo cuarto del siglo XIV) nada tenía que guardar, lo único que hacía era cobrar el derecho de paso por el puerto y el rey se lo da a la familia Blázquez Dávila como agradecimiento por proteger los derechos de la corona. 

         Tiene una magnífica iglesia del siglo XVI que habitualmente está cerrada. 

      Camilo José Cela escribe  en 1956 lo siguiente de esta localidad.... palpar emocionante los lomos de los torillos ibéricos … que son duros y humildes como soldados y que saben más historia de España que nadie...…. PVillatoro con lo poco que le queda de su castillo.... tiene un aire noble, vetusto y vergonzante, de hidalgo venido a menos....., que sigue manteniendo la frente en alto y orgullosa.

      Aquí quedan restos de un gran bosque de robles en los que el rey Alfonso XI (1311) venía a cazar osos.

     Se conservan tres verracos vetones de pequeño tamaño, que están en la plaza de la iglesia. Son testimonio de la pujanza ganadera de toda esta zona desde el siglo V antes de Cristo hasta la invasión musulmana.

      Villatoro cada vez viene a menos, cada vez tiene menos gente. Ya no se celebran las ferias de ganado que se celebraban hace 40 años. No sé si ya habrá escuela en el pueblo o los pocos niños que haya irán a otra localidad. Recuerdo cuando Mª José Hervás, la maestra de Pradosegar, me contó la visita de estudios que había hecho con los niños de su escuela en la feria en la que habían tomado notas para estudiar ¿Por qué se hacían los castillos? ¿Qué era esto de las ferias? ¿De qué pueblos iba la gente a la feria de Villatoro? y más cosas por el estilo. Fue la primera vez que conocía a una maestra que  trabajaba partiendo de la realidad y que sabía sacar provecho a cosas aparentemente insignificantes  aprovechando el interés y la curiosidad de los niños, y como partiendo de lo inmediato iba estudiando aspectos más generales. Siempre que paso por aquí me acuerdo de esta mujer. ¡Cuánto aprendí de ella y cómo se beneficiaron de ese aprendizaje los niños de la Hija de Dios!


No hay comentarios:

Publicar un comentario