SAN
VICENTE – Tumba de los Santos (1)
La gran joya del interior de la iglesia
es el cenotafio o tumba de los santos mártires Vicente, Sabina y Cristeta. Son
tres hermanos que nacen en Talavera en el siglo III y mueren en el 304 ó 307 en
la persecución contra los cristianos que ordena el emperador Diocleciano.
Se
halla protegido por un baldaquino del siglo XV alzado sobre cuatro columnas.
Luce los escudos de Castilla y León, del Papa, de la catedral y del obispo que
estaba en aquel momento. Se toman mal las medidas para el baldaquino y hay que
romper un poco las esquinas de la tumba para ponerle.
Es una obra maestra en la escultura
románica funeraria española. Se hace hacia finales del siglo XII. La zona central se decora con diez escenas, cinco por lado, del juicio, martirio y muerte de los santos.
En la primera escena encontramos a San Vicente llevado ante el gobernador romano Daciano, en Talavera de la Reina. Ante Daciano no reniega de su fe y dice que Júpiter es un falso dios.
A continuación, es conducido al templo
de Júpiter para que se retracte ante el dios que ha ofendido. Sus huellas quedan impresas en la piedra, como
símbolo de la inamovilidad de su fe. En Talavera se conserva una roca con la
huella de los dos pies y del báculo o bastón que llevaba.
La
impresión de la huella en la roca es muy común en toda la edad media y siglos
posteriores. En realidad, es algo muy extendido por todo el mundo pues es muy
frecuente que al erosionarse muchas rocas quede la forma de una huella de
herradura o de pie humano. Esa impresión ha sido interpretada siempre como algo
dejado por un ser excepcional como testimonio de alguna cualidad suya o de su
presencia en ese lugar. Es como una placa que sirve como recordatorio de un
suceso o un homenaje a un personaje muy importante. La señal de la huella se repite en esta misma
iglesia con la señal dejada por la mula que transportaba el cuerpo de San Pedro
del Barco (algo que veremos más adelante).
La siguiente escena no se sabe muy bien
lo que representa. Una versión dice que asustados
los guardias ante el hecho de quedar marcadas las huellas se van despavoridos.
Vicente recoge a sus hermanas Sabina y Cristeta y los tres huyen.
Otra
versión dice que los sacerdotes del templo consideraron las impresiones en la
piedra un mal augurio y pidieron al prefecto que encerrara tres días a Vicente
para ver si se retractaba. Encerrado, fue visitado por sus hermanas que le
pidieron que escapara con ellas. Ayudados por centinelas huyeron. ]
Daciano ordena su persecución
a dos soldados a caballo. Los soldados van vestidos con mallas o cotas de la
época medieval, y no como vestían los romanos. Todas las pinturas y esculturas
sobre la edad media son una fuente documental importantísima para conocer las
formas de vestir y algunas costumbres, como la de los soldados de besar la mano
al rey o superior en señal de obediencia.
En la imagen
aparecen los tres hermanos huyendo a caballo antes de ser prendidos
por sus perseguidores.
Toda esta serie de imágenes es muy
pobre en calidad artística e información sobre los santos si la comparamos con
la que hay en la cara opuesta.
En esta imagen se muestra la cruel
forma de provocarles la muerte a base de aplastar sus cráneos entre dos
tablones colocando peso sobre ellos. Al tormento colabora un judío que al
parecer fue su delator. Los judíos siempre tuvieron mala prensa durante la Edad
Media. Estos hechos ocurren en el siglo 3º y muy posiblemente no habría casi
judíos en España, pero cuando se hacen estas esculturas sí y los cristianos
veían a los judíos como competidores en la fe, además de ser malvados por haber
matado a Cristo.
De entre los cuerpos de los mártires
surge una gran serpiente que se enrosca en el cuello del judío delator el cual
consciente de su acción implora el perdón divino.
Todos tenemos en
mente que la serpiente representa al mal, es símbolo por antonomasia del
pecado, del demonio y de perversión, pero aquí la serpiente no está haciendo
nada malo. Consigue que el judío se arrepienta, no le está castigando.
La primera imagen muestra a los
hermanos ya prendidos mientras se les despoja de las vestiduras para someterlos
a suplicio. Vicente conserva algo de vestimenta, mientras las mujeres se muestran
totalmente desnudas. ¿Cómo interpretar esto? La teología moral del medievo
consideraba cuatro tipos de desnudo: nuditas naturalis, el estado
natural del ser humano; nuditas temporalis, un estado artificial
generalmente vinculado a la pobreza; nuditas virtualis, como símbolo de
virtud e inocencia; y nuditas criminalis, el ligado con la lujuria y la vanidad.
Aquí se trataría de la nuditas virtualis como símbolo de la virtud e inocencia
de estas jóvenes.
Plásticamente, el arco superior es el
que ordena todo. Esa curvatura tiene su eco en la curvatura de los cuerpos de
Vicente y su hermana llevados por uno de los soldados hacia un lado, y por la
curvatura en sentido contrario de la otra hermana a la que están despojando de
la ropa. Esta disposición hace que la mirada vaya tanto hacia un lado como
hacia otro, sin detenerse en ningún lugar concreto y dotando a la escena de un
gran dinamismo plástico.
En esta
imagen aparecen atados a potros de tortura en forma de aspa para descoyuntar
sus extremidades.
Esta
es sin duda la imagen de más calidad plástica de todo el sepulcro. Es sobre
todo la posición de los dos soldados la que da sensación de esfuerzo: la
posición de las piernas, las curvas de las cinturas que levanta las espaldas,
los brazos verticales, las cabezas hacia delante, transmiten ese esfuerzo al
potro en forma de aspa que hace que sintamos el dolor de Vicente. La posición de sus hermanas, aún no empezadas
a torturar, dan más idea del sufrimiento de Vicente. Hay que tener presente que aquí no mueren los
mártires, solamente se les tortura para aumentar su sufrimiento.
La
posición de los tres cuerpos invita a imaginar que sus almas salen por sus
bocas (en los tres están abiertas) y que suben al cielo. (plásticamente lo
hacen siguiendo el cuerpo del soldado de la derecha, y que llega hasta el ángel
que está encima de él, y desde allí al sudario) En el cielo aparece la Mano de
Dios bendiciéndoles y dándoles acogida en el paraíso.
No todo en la serpiente es simbología negativa
(que es la más abundante y la más conocida), sino que también posee algo de
simbolismo positivo. En culturas antiguas se la relacionaba con
divinidades de la Tierra y simbolizaba, entre otras cosas, la
fertilidad, ya que habitaba en las mismas entrañas de la tierra y era
considerada la encarnación de la Diosa Madre. Para los celtas, la serpiente
simbolizaba la naturaleza cíclica de la vida. Al meterse por los agujeros de la
tierra se hacía conocedora de todos sus secretos y poseedora de su fuerza
vital. La característica de la serpiente de renovarse cambiando la piel la
convierte en alegoría del pecador arrepentido, que se deshace de su condición
pasada y pasa a ser un seguidor de Cristo. Es lo que hace la serpiente aquí
representada.
A continuación, en la última imagen,
el judío arrepentido da sepultura a los mártires en el lugar de su muerte en el
que edificó una primera iglesia.
Continuaré hablando de otros elementos
del sepulcro, pero ¿Qué hay de verdad en todo esto de la leyenda del judío?
No hay comentarios:
Publicar un comentario