SANTO TOMÁS
(1) La iglesia y
el Coro
Se comienza su construcción en 1482 y
se termina en 1493. Vigila las obras Fray Tomás de Torquemada, confesor de la
reina Isabel y primer Gran Inquisidor General del Reino, por lo que el monasterio
terminó albergando la sede del Tribunal de la Inquisición.
La fachada es sobria, austera. Destaca
arriba, en piedra blanca, el escudo de los Reyes Católicos.
Aquí venían a veranear los Reyes
Católicos y sobre todo la Reina Isabel. Aquí está enterrado el infante don
Juan, el único hijo varón de los reyes, el que estaba destinado a ser el rey de
España, y cuya muerte cambió el signo de la historia de España. Si él no
hubiese muerto la historia habría sido diferente, aunque nunca sabremos si mejor
o peor.
Pero vamos por partes, pues hay mucho
que contar y mucho que ver.
La mejor vista de la iglesia es desde
el coro, así que vamos a subir.
Las fotos están bien pero no hacen
justicia a la magnificencia y grandiosidad de la iglesia. La de blanco y negro
es de antes del final del concilio vaticano II (antes de 1965), la de color es
actual.
Antes de esa fecha la misa se celebraba
en el altar elevado, y así se veía perfectamente al celebrante y la tumba del
príncipe Juan. Con esta disposición el príncipe ocupa un lugar de honor durante
la celebración de la misa. Obsérvese la reja que cerraba al paso al crucero y
tumba del príncipe.
Después del concilio se puso el altar
como en la foto de la derecha, delante de la tumba del príncipe y se le quita
visión. La tumba del príncipe ya no es tan importante.
Y ya que estamos en el coro, vamos a
verle. Solo tenemos que darnos la vuelta y mirar lo que tenemos a nuestra
espalda.
La sillería del coro es de doble fila
lo que supone que hubo muchos frailes cuando se hizo. La visión del coro me
produce una extraña sensación. Por un lado, me parece un coro lujoso, por otro
sencillo. Es de madera de nogal de estilo gótico
flamígero con predominio de la decoración geométrica. Y me produce una
sensación de lujo por lo refinado del trabajo y por lo laborioso del mismo; me
parece que hacer esto es más difícil que tallar figuras, pero pienso que este
trabajo geométrico se puede hacer con plantillas y para ello no hace falta ser
un gran escultor. Y es por esto último, porque no hay esculturas, por lo que me
parece sencillo y poco ostentoso.
Desde aquí oían misa
los Reyes Católicos. A mí me parece el lugar ideal. Permanentemente tenían a la
vista la tumba de su hijo, no se olvidaban de él en los actos religiosos y
tenían muy frente a frente al mismísimo Dios para hacerle las rogativas
precisas y oportunas en cada momento.