LA CATEDRAL (6)
EL TRASCORO (2)
Queda el gran panel de la presentación
en el Templo. Aquí no hay movimiento de las figuras. ¿Pero hay movimiento
plástico? ¿Hay elementos que nos invitan a recorrer con la vista el conjunto?
Las
líneas ya son bastantes líneas. La mirada ya tiene por dónde ir. Pero hay
exceso de líneas rectas en los ropajes, y a tantas líneas rectas se las
contiene con esos tres semicírculos, con esa especie de bóvedas que hay por
encima de los personajes.
Los
escalones horizontales que se ven entre los personajes no son cosa accidental.
Subir por una escalera no es subir por una rampa, Hay descansos, en este caso
descansos para la vista, para que no suba demasiado rápido.
Los
pliegues en los ropajes de algunos personajes obliga a la vista a detenerse, a
recorrerlos. Obliga a hacer una pausa para luego proseguir en su camino
ascendente.
En la
parte alta hay una serie de figuras que normalmente pasan desapercibidas. Son
figuras de santos, profetas, etc. y que tienen una especie de banda o de franja
para colocar su nombre y así identificarlos. A mí me parece que esos nombres se
han borrado, quizás fuese pintura y los siglos se la han tragado.
En esta foto se ven dos de
esas figuras. La de la izquierda de la foto es de más calidad plástica que la
otra. Es una escultura muy dinámica, a la posición del cuerpo y de las ropas se
une la posición de la banda de la que he hablado antes y que con su forma
recoge y a la vez mueve a todo el cuerpo.
Y con esto dejamos el trascoro. El que
quiera saber más que vaya allí y mire y mire con detenimiento.
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